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APREHENSIÓN DEL MENSAJE
Introducción:
En esta Monografía entrelazaré la Actitud del Hablante-Escritor y la
del Oyente-Lector con la de una comunicación verbal o de signos no
verbales, señalando una forma de comunicación donde las referencias y
las interferencias del receptor no sirven de obstáculos, debido al
poder de inducción del emisor por ciertas técnicas que doy en llamar
"emisarias". Percibo una prevaleciente falencia en las comunicaciones
que se resuelve con la vigencia del principio que se utiliza del
espíritu humano, y también una incapacidad en la retención o una
retención discriminativa que a veces con el tiempo preocupa a los
emisores que esperaban ser escuchados y entendidos.
Para resolver estos problemas sugiero el ejercicio del órgano humano
llamado espíritu, en la mayoría de las veces confundido como alma,
único lugar en el hombre en que puede discernir el verdadero mensaje.
ESPÍRITU Y ALMA:
El espíritu humano se compone de la capacidad de intuición o conciencia,
capacidad de comunión trans-empírica, y la capacidad de revelación extra-
sensorial.
El Alma está compuesta de mente, voluntad y sentimientos o emociones.
Cerebro: Es una terminal de sensores físico-psíquicos en el cual se
entrelazan las percepciones sensoriales con las del alma humana.
Corazón: Está compuesto de las tres funciones del alma, más la principal
función del espíritu que es la conciencia.
Si utilizamos la figura matemática de conjunto, veremos que en la
intercepción queda común a ambos, al Conjunto A y al B como espíritu y alma
respectivamente, la conciencia.
Así como la mente es el puente entre lo físico y lo psicológico, el puente
entre el alma y el espíritu es la conciencia. La Conciencia también es
mente; es la mente espiritual que también puede captar mensajes,
aprehenderlos y re-elaborarlos.
Ya que el cuerpo físico aprehende lo exterior y entrega al alma la
información para que sea procesada, el espíritu humano se habría de
encargar de aprehender las informaciones trans-empíricas para pasarlas al
alma, también con el mismo propósito de que ésta las elabora y utilice, y
así como la aprehensión del mundo externo, físico y sensorial se da por la
cooperación conjunta de mente, voluntad y emociones, también las tres
funciones espirituales colaboran en la toma de información emprendida por
la conciencia.
Cualquier persona cerebralmente sana, puede desarrollar su poder mental, no
obstante, no todas consiguen utilizar su espíritu, aunque su conciencia
funcione medianamente. Nunca la conciencia deja de funcionar, pero sí puede
ser reducida, limitada, ensuciada, enajenada, degradada por la mente
humana.
Sin embargo, las otras dos funciones del espíritu humano sí pueden dejar de
vigorar hasta de forma absoluta. Ciertamente, en la mayoría de los seres
humanos el espíritu humano está muerto, no en el sentido de la muerte
física sino en el de inactividad comunicacional con lo trans-empírico.
Cuando el espíritu humano pierde esta capacidad de comunicarse con el mundo
espiritual, deja de poder aportar el verdadero conocimiento y la dimensión
más elevada, depurada y trascendente de sabiduría en el hombre, aunque siga
desarrollando casi infinitamente su poder mental.
Debido a esta realidad histórica: un espíritu humano muerto y un alma
independiente de él, es también histórico lo siguiente:
por más desarrollo de la mente humana, el hombre tiene un conocimiento
siempre deficiente e inexacto;
el hombre conoce lo que ve y siente, no así lo intangible,
trascendente;
el conocimiento del hombre de lo que es intangible, inmanente,
trascendente, es correlativo a su ejercicio del espíritu que tiene o
es;
la utilización del espíritu humano escapa de las capacidades del alma;
es decir, no es su propia alma que lo recuperará y volverá funcional.
La única posibilidad que tiene de volver a funcionar, se proyecta a un
auxilio trans-empírico y una activación de vida superior a la del alma
o vida psíquica.
El verdadero saber radica en lo subyacente a lo visible o perceptible
sensitivamente.
El más depurado conocimiento, aun con el mayor rigor científico
posible, todavía es imperfecto ante la capacidad de saber, explicación
y resolución de misterios o fenómenos propia del espíritu humano y
reservado solamente a él.
La aprehensión del conocimiento siempre será necesaria por medio del
alma humana, pues, estamos en un mundo físico, no espiritual, pero
como lo espiritual atraviesa todo lo físico y material y aún lo
psicológico, siempre se necesitará del espíritu humano para
interpretar correctamente la información captada.
Siempre será necesario utilizar toda herramienta técnica o práctica
para una mejor comprensión del mensaje, sin embargo, por desconocer y
menospreciar las funciones del espíritu humano, el ser humano se ha
perdido históricamente el verdadero saber.
Lo que la Comunicación común, especializada y técnicamente cargada de
medios y preceptos imprescindibles no consigue, lo resuelve
instantáneamente una Comunicación Emisaria donde se hace al espíritu
humano re-vivificado participar activa y rectoramente sobre el poder
del alma humana.
Por todo esto, estaremos viendo varios aspectos de la Comunicación en el
marco del saber académico conocido, pero también incursionaremos en la
dimensión espiritual como llave infalible de percepción y aprehensión
eficaz del verdadero conocimiento. Antes, aclaremos:
Espíritu: Tiene tres acepciones:
1. ser inmaterial y dotado de razón;
2. ánimo, valor: espiritual, vivo, provocador.
3. razón, vivacidad, ingenio o motivación que no se ve pero que está
detrás de nuestras actitudes, palabras o acciones: el espíritu con que
manifestamos algo.
El punto número uno (1) no está fuera de la posibilidad de influenciar al
ser humano, aunque no lo reconozcamos o no lo admitamos. Ciertamente hay
influencias buenas y malas también. Si aceptamos que fuimos creados a la
imagen y semejanza de Dios, entonces, nuestro espíritu es sólo para
comunicarse con Dios, no con los espíritus de otros niveles o índoles.
El punto número dos (2) no siempre se manifiesta en todo lo que hacemos y
decimos; es neutral; puede servir para el bien como también para el mal;
dependerá mucho del receptor para una aprehensión edificante del verdadero
conocimiento.
El punto número tres (3) siempre está presente detrás de lo que hacemos y
decimos, y casi nadie lo percibe. Sin un espíritu activado, nos venden
"gato por liebre" fácilmente. Percibirlo, se denomina escolarizadamente
"inferencias", psicológicamente, "intuición", espiritualmente, "verdadero
saber", "conocimiento pleno", "revelación".
SEIS CLASES DE LECTOR U OYENTE:
Clasificamos a los Lectores u oyentes en:
El Lector: el que lee el texto en voz alta o escucha atentamente lo
que oye;
El Detective: el que encuentra claves a investigar; propone y define
las palabras que no entiende;
El Preguntón: el que realiza preguntas al texto o mensaje;
El Periodista: el que busca las ideas principales y las sintetiza;
El Adivino: el que predice lo que sigue en el texto o mensaje, es
decir, imagina cómo continuará;
El Sabio: el que relaciona lo que lee o escucha con sus conocimientos
previos.
Correspondiendo al tipo de Lector, que a la vez se equipara con el Oyente,
están las seis clases de mente juntamente con las seis clases de emociones
que se entrelazan en el acto de leer o escuchar.
LAS SIGUIENTES, SON LOS SEIS TIPOS DE MENTE:
Observativa;
Examinativa;
Selectiva;
Elaborativa;
Restrictiva;
Acumulativa.
LAS SIGUIENTES SON LOS SEIS TIPOS DE EMOCIONES:
Auto-controlada;
Perseguidora;
Interesada;
Re-elaboradora;
Taxativa;
Aprehensiva
TRES MANERAS DE COMPRENDER LA MEMORIA HUMANA:
La memoria del ser humano se puede distinguir como:
Memoria sensorial
Memoria a corto plazo
Memoria a largo plazo.
En ésta última se efectúa la fase final de procesamiento de la información
por el individuo. No se puede juzgar simplificadamente que toda y cualquier
persona que olvida algo, sea en verdad débil o enferma del cerebro. La
aprehensión del conocimiento tiene mucho que ver con el tipo de mente que
uno ha desarrollado y con alguna de las tres siguientes patologías, cuando
no hay retención o la retención es selectiva o esporádica:
La Memoria sensorial determina una aprehensión sometida a los sentimientos
principalmente. El proceso de aprehensión recién comienza.
La Memoria a Corto Plazo determina una mente restrictiva. El proceso de
aprehensión avanza y madura, pero la persona aún no consigue aprehender lo
conveniente; tiene todavía barreras interiores.
La Memoria a Largo Plazo determina una mente selectiva. Aquí la mente
termina de elaborar el proceso de aprehensión.
PÉRDIDA DE LA MEMORIA O FALTA DE RETENCIÓN MENTAL:
Amnesia: cuando se pierde la relación con el todo de la existencia;
Afasia: cuando se pierde la relación interpersonal a través de la
comunicación verbal o del lenguaje;
Apraxia: cuando se pierde la relación con lo propio, el cuerpo de uno
y el micro-mundo en que se vive.
Las causas normalmente son algún intenso sufrimiento psíquico por algún
accidente o provocación o lesiones de nacimiento.
A veces las personas no retienen el informe o el conocimiento recibido, por
alguna de estas tres posibilidades mencionadas, o los retienen selectiva o
restrictivamente por las siguientes razones:
por tener una mente selectiva;
por tener una mente restrictiva;
La Mente es Selectiva o es Restrictiva:
porque son personas observativas, examinativas, elaborativas o
acumulativas, lo que les lleva a ser restrictivas;
porque son auto-controladas emocionalmente, lo que las hace
selectivas;
porque son perseguidoras emocionalmente; lo que determina una
actitud restrictiva de la información;
porque son interesadas emocionalmente; ídem anterior;
porque reelaboran emocionalmente la información; ídem
anterior;
porque son taxativas en su aprehensión; ídem anterior, es
decir, terminan siendo restrictivas en lo que van a acumular y
retener.
HAY TRES MANERAS IMPRESCINDIBLES DE OÍR BIEN, O DE MANERA QUE PUEDA
REALIZARSE LA APROPIADA APREHENSIÓN:
Escuchar atentamente lo que el interlocutor o mensajero o texto dice;
Inferir lo que deja de decir propositalmente;
Discernir el espíritu con que se dicen las cosas.
En todo mensaje existe un entremezclamiento de la mente y las emociones del
hablante o escritor.
Entremezclar es cuando la papa se vuelve puré; desaparece completamente
toda individualidad.
Mezclar es cuando en un cajón o bolsa o vasija de cocina las papas están
juntas pero no aún hechas puré.
A todo esto hay que agregar que en cualquier ámbito, pero principalmente en
el empresarial y emprendedorístico, la Comunicación suele ser deficiente en
apreciar y practicar el entremezclamiento mencionado, por lo que, he visto
que lo único que puede aportar una visión y fuerza comunicacional efectiva
para todos los ámbitos en que se desee mejorar en la comunicación y sus
resultados, es la filosofía cristiana bíblica, por ello, con mi mente
Observativa y emoción auto-controlada he elaborado el siguiente esquema
para que avancemos positivamente en el Curso:
comunicacionalidad
cristiana y empresarial
La Comunicacionalidad Cristiana y Empresarial consiste en una educación
específica referente a la circularidad de la comunicación, tanto en el
marco de lo empresarial, como en el vasto ámbito de la fe y la práctica
cristiana de manera conjunta.
En la actualidad, la mayoría de las empresas seculares en los Estados
Unidos ha incluido en la preparación, el entrenamiento, y los requisitos a
los aspirantes a acceder a puestos de importancia, la dimensión cristiana
de la ética y la moral en los negocios.
En el Emprendedorismo, la ética cristiana suele ser parte indispensable
para la formulación de sus programas y contenidos educativos y
motivacionales, o al menos los principios bíblicos son ampliamente
utilizados para los fines de mercado, aunque ellos no hayan sido
establecidos en la Biblia para tales fines.
A) La Comunicacionalidad implica tres aspectos:
En la simple comunicación puede no cumplirse este proceso, pero en la
Comunicacionalidad Emisaria sí deben estar presentes los siguientes Tres
requisitos ya mencionados:
1. Escuchar atentamente y entender adecuadamente lo que el interlocutor
dice
2. Detectar lo que el interlocutor se reserva y no lo dice
3. Discernir lo que el espíritu del hablante dice, por más que las
palabras digan otra cosa o los gestos lo disimulen.
B) La Comunicacionalidad es una Comunicación Emisaria:
a. La comunicación emisaria no meramente "comunica" un mensaje, sino que
además, atraviesa las interferencias y las referencias ecroicas del
receptor:
Interferencias
Emisor Receptor
Referencias
1) Emisor es la persona que emite un mensaje;
2) Receptor es la persona que recibe el mensaje;
3) Interferencias son los problemas que el receptor puede estar
teniendo, ya sea interna o externamente;
4) Referencias son los valores y conceptos que el receptor pueda
argumentar a favor o en contra de la oferta del emisor.
b. La comunicación emisaria infunde vida o muerte espiritual.
c. La comunicación emisaria también puede ser neutral: en este caso no
infunde ni vida ni muerte y el mensaje puede ser re-elaborado por el
receptor, quien es el que dará al mensaje el destino que quiera.
d. La comunicación emisaria avanza en cuatro dimensiones: la primera, la
de informar; la segunda, formar; la tercera, acompañar, y la cuarta,
contener.
e. La Comunicación es Emisaria cuando no implica simplemente un mensaje
sino que además, es un mensaje enviado por otra persona o misión. En
otras palabras, es un mensaje de un tercero. El mensajero, o emisor,
es simplemente un canal, aunque el vehículo que es, aporta alguna
emoción o interpretación al mensaje original que porta.
C) Procesos que cumple la Comunicacionalidad Emisaria:
El paso de la siembra y la germinación (1 y 2)
El paso del crecimiento (3)
El paso del fortalecimiento (4)
El paso de los frutos (5)
3
2 4 5
1
D) Aplicación cristiana de la Comunicacionalidad en el ámbito empresario:
1º. La comunicación emisaria o Comunicacionalidad del acto de comunicar de
manera emisaria, debe apelar primeramente al cambio de información; es
decir, el interlocutor, oyente o lector deberá convencerse que lo que se le
ofrece es distinto y mejor de lo ya conocido; a este primer momento lo
llamamos Intercambio, cuando el receptor modifica su conocimiento respecto
a la oferta.
2º. Deberá también sopesarse la validez, el peso cualitativo, el valor
temporal y la trascendentalidad de lo que se ofrece; a este segundo
momento lo llamamos Probación, cuando el receptor es llevado a probar la
veracidad de la oferta.
3º. La comunicación emisaria deberá realizar una empatía con el
interlocutor, y acompañar al mismo en sus dudas, crisis, temores y pesares;
a este tercer momento lo llamamos Acompañamiento, cuando el receptor es
acompañado por el oferente a poder ingresar al último de los momentos en
proceso de la oferta, que es el siguiente.
4º. Finalmente, deberá contener al interlocutor, o fortalecerlo al punto de
que pueda dar frutos, funcionando libremente en sus decisiones finales; a
este cuarto momento lo llamamos Comprobación, cuando el receptor comprueba
la veracidad de la oferta de manera objetiva o subjetiva.
Siguiendo la dirección del reloj, piense en los momentos prácticos para la
presentación de una oferta. Primeramente el momento del intercambio, luego
el de la probación, después el momento del acompañamiento y finalmente el
momento de la comprobación:
E) Contenido de la Comunicacionalidad Cristiana:
Respecto al Producto:
I. Identificación del producto;
II. Fidedignidad del producto;
III. Peso del producto;
IV. Valor del producto
Respecto al Interlocutor:
a) Respeto;
b) Amabilidad;
c) Confianza;
d) Interés;
e) Empatía.
Respecto a los Resultados Esperados:
i. Conquista de la persona del interlocutor;
ii. Conquista de un espacio relacional;
iii. Conquista de un potencial usuario;
iv. Conquista de un propagador efectivo
F) Cosas que se deben evitar en la comunicación:
a. La falsedad: la adulteración de lo que se ofrece; falsificación
b. La afectación: falta de sencillez y naturalidad;
c. La impostación: fingimiento o engaño;
d. La mentira:; alteración parcial o total de un dato o información
e. La presión: carga o proceder arbitrario
f. La ansiedad: agitación o inquietud manifiesta por tratar de alcanzar
un objetivo;
g. La inseguridad: todo interlocutor, cliente o usuario que no es
conquistado en ninguna manera, es porque sintió inseguridad en el
trato con su exponente.
G) Equivalencias Bíblicas con el Consumidor:
En la Parábola del Sembrador (Mateo 13) hay cuatro clases de oyentes de La
Palabra y Semillas: Sembrada junto al camino. Sembrada en pedregales.
Sembrada entre espinos. Sembrada en buena tierra.
En el primer caso, la oferta se pierde;
En el segundo caso, la oferta es tomada con dudas;
En el tercer caso, la oferta el afán y el engaño de las posesiones ahogan
la oferta y la hacen infructuosa;
En el cuarto caso, el oyente-lector se posiciona correctamente ante el
mensaje, hace las pertinentes y necesarias inferencias, entiende el mensaje
y genera resultados.
Por ello, al hablar o escribir, al ofertar algo o promoverlo o propagarlo,
uno deberá tener empatía con el otro, examinando la posibilidad de que la
persona sea:
1. Descuidada, preocupada o amarrete; en ese caso la palabra
se pierde. Cliente Desinteresado. Aquí el oferente deberá
producir interés y confianza.
2. Dudosa, indecisa, afligida, ansiosa (enseguida veremos la
diferencia entre ansioso y afligido), o in-necesitada (en
este caso hay que crear o hacer aparecer la necesidad que
hay y no aflora, o que no la hay). En este caso todavía no
se ha creado confianza en el consumidor. Cliente Espinoso.
Aquí el oferente deberá introducir influencia mental y
emocional.
3. Egoísta, mezquina, interesada, afanada, ambiciosa,
envidiosa. En este caso la palabra no puede ser oída
adecuadamente y el consumidor puede pedir que uno vuelva
en otro momento. Hay que buscar el mejor momento y tratar
de infundir ánimo y aliento para que las defensas de
seguridad personal se decaigan. Cliente Pedregoso. Aquí el
oferente deberá utilizar su sagacidad y habilidad para
quitar obstáculos.
4. en este caso el consumidor estará totalmente preparado
para aprehender el mensaje y apropiarse de la oferta.
Cliente Buena Tierra. Aquí el oferente deberá "fisgar" o
sacar el pescado rápidamente.
Bibliografía Consultada:
Historia de la Educación y de la Pedagogía, Lorenzo Luzuriaga, 1982,
Editorial Losada S.A., Alsina 1131, Buenos Aires.
La Lectura y los Lectores, Mabel Popkin Embón, 1998, Ediciones Homo
Sapiens, Sarmiento 646, Rosario, S.F.
Psicología y Educación para la Prosocialidad, Robert Roche Olivar, Min. De
Cultura y Educación de La Nación.
El Obrero Cristiano Normal, Wachman Nee, Living Stream Ministre.
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MENSAJE
Comprobación Intercambio
Acompañamiento
Probación